Algunos destinos de nuestros viajes

Visitar Venecia es como adentrarse en un laberinto encantado de canales, puentes y plazas llenas de historia. Esta ciudad flotante, famosa por su romanticismo y su legado cultural, puede parecer abrumadora para recorrer en un solo día, pero con una buena planificación, es posible disfrutar de sus rincones más emblemáticos sin perder la esencia veneciana. En este artículo, queremos compartir contigo una guía completa para descubrir qué ver en Venecia en un día, combinando historia, cultura y experiencias inolvidables.

Comienza el día con un Free Tour por Venecia

La mejor forma de empezar a descubrir Venecia es unirse a un Free Tour por Venecia. Este recorrido guiado te permite conocer los puntos más importantes de la ciudad en unas dos horas, descubriendo la historia de sus palacios, canales y leyendas ocultas. Nos encanta este tour porque no solo es informativo, sino que también te ayuda a orientarte en la compleja red de callejuelas venecianas, además de estar adaptado para todos los presupuestos.

El recorrido incluye paradas imprescindibles como la Plaza de San Marcos, el Puente de Rialto y la historia de los antiguos mercaderes que hicieron de Venecia una de las ciudades más ricas del mundo en la época medieval. Es una forma ideal de empezar el día con una visión general antes de profundizar en los diferentes rincones de la ciudad.

La Plaza de San Marcos: el corazón de Venecia

Después del tour, te recomendamos dedicar un tiempo a explorar la Plaza de San Marcos, el centro neurálgico de Venecia. Aquí se encuentran algunos de los monumentos más emblemáticos, como la Basílica de San Marcos, una joya arquitectónica de estilo bizantino famosa por sus impresionantes mosaicos dorados.

Si decides entrar, asegúrate de visitar el museo y la terraza, desde donde se obtiene una de las vistas más espectaculares de la plaza y de la laguna veneciana. Justo al lado de la basílica se encuentra el imponente Campanile, desde cuya cima puedes disfrutar de una panorámica única de la ciudad.

Palacio Ducal y el Puente de los Suspiros

A pocos pasos de la basílica se encuentra el majestuoso Palacio Ducal, antigua residencia de los dux y sede del poder político en la Venecia medieval. Este edificio es un símbolo del esplendor de la República Veneciana y alberga impresionantes salas llenas de arte, así como la famosa prisión a la que se accedía cruzando el mítico Puente de los Suspiros.

La historia dice que los condenados suspiraban al cruzar el puente, ya que sabían que era su último vistazo a la libertad antes de ser encerrados. No te pierdas la oportunidad de recorrer sus salas llenas de frescos de artistas como Tiziano y Tintoretto.

Paseo por el Puente de Rialto y el Gran Canal

El siguiente destino en tu recorrido es el Puente de Rialto, uno de los lugares más fotografiados de Venecia. Esta obra maestra del siglo XVI es el puente más antiguo de la ciudad y ofrece unas vistas impresionantes del Gran Canal, la arteria principal de Venecia, repleta de góndolas y vaporettos.

En los alrededores del puente encontrarás el Mercado de Rialto, donde puedes sumergirte en la vida local y ver cómo los venecianos compran productos frescos, desde mariscos hasta especias tradicionales. Es un excelente lugar para hacer una pausa y disfrutar de un aperitivo con vistas al canal.

Disfrutar de la auténtica gastronomía veneciana

A la hora de comer, te recomendamos buscar una osteria o bacaro, pequeños bares tradicionales donde podrás degustar los famosos cicchetti, tapas venecianas que incluyen mariscos frescos, bacalao mantecato y queso con trufa. Una buena opción es explorar el barrio de Cannaregio, menos turístico y con una atmósfera más auténtica.

No olvides acompañar tu comida con un Spritz, el aperitivo más famoso de Venecia, o probar un buen vino local de la región del Véneto.

Un paseo en góndola: la esencia de Venecia

No hay visita completa a Venecia sin un paseo en góndola. Aunque es una actividad más turística, navegar por los canales de la ciudad te permite ver Venecia desde una perspectiva completamente diferente. Las góndolas han sido durante siglos el principal medio de transporte de los venecianos, y hoy en día aún conservan su encanto clásico.

Para que no pierdas tiempo, reserva antes tu paseo en góndola aquí.

Si prefieres una opción más económica, el vaporetto es una excelente alternativa. Esta embarcación de transporte público te lleva a través del Gran Canal, ofreciéndote una vista espectacular de los antiguos palacios que bordean sus orillas. Es una experiencia más auténtica y accesible, perfecta para quienes buscan disfrutar de la ciudad desde el agua sin gastar demasiado.

Explorando el barrio de Dorsoduro

Para la tarde, recomendamos explorar el encantador barrio de Dorsoduro, conocido por su ambiente bohemio y artístico. Aquí se encuentra la Galería de la Academia, que alberga una impresionante colección de arte veneciano, con obras de grandes maestros como Tiziano, Veronese y Bellini.

Dorsoduro también es un lugar perfecto para perderse entre sus estrechas callejuelas y descubrir rincones menos concurridos. Sus pequeños cafés y librerías tienen un encanto especial que nos hace sentir el verdadero espíritu de la ciudad. Además, la zona ofrece vistas espectaculares de la laguna y del resto de la ciudad desde la Punta della Dogana, un antiguo puesto de aduanas convertido en museo de arte contemporáneo.

La Basílica de Santa Maria della Salute

Otro de los iconos de Venecia que no puedes dejar de visitar es la Basílica de Santa Maria della Salute, situada en la entrada del Gran Canal. Esta iglesia barroca fue construida en el siglo XVII como agradecimiento por el fin de la peste que asoló la ciudad. Su imponente cúpula se puede ver desde numerosos puntos de Venecia, y su interior alberga importantes obras de arte, además de una atmósfera de paz y recogimiento que invita a la reflexión.

Desde la explanada de la basílica se obtiene una vista privilegiada del Campanile de San Marcos, ideal para capturar una de las postales más icónicas de Venecia al atardecer.

Un atardecer en la Fondamenta Zattere

Si quieres despedir tu día en Venecia con un momento mágico, dirígete a la Fondamenta Zattere, un paseo junto al agua que ofrece vistas espectaculares al atardecer. Es el lugar perfecto para relajarte después de un día explorando la ciudad y disfrutar de la brisa marina mientras los últimos rayos de sol tiñen de dorado los edificios históricos.

Aquí encontrarás varios bares y restaurantes donde puedes sentarte y disfrutar de un último Spritz o un delicioso helado italiano mientras contemplas la vida pasar en esta vibrante ciudad flotante.

Cena en el barrio de Cannaregio

Para terminar tu día en Venecia, nada mejor que una cena en el barrio de Cannaregio, una zona menos turística pero llena de encanto. Este barrio conserva la esencia de la Venecia más auténtica, con pequeñas trattorias donde puedes degustar platos tradicionales como la sarde in saor (sardinas marinadas), la pasta al nero di sepia o un buen risotto de mariscos.

Además, Cannaregio es conocido por su ambiente tranquilo y relajado, lejos de las multitudes del centro, lo que te permitirá disfrutar de una experiencia gastronómica más auténtica.

Nuestra recomendación: descubre Venecia con un free tour

Para aprovechar al máximo tu visita y conocer todos los secretos de la ciudad, te recomendamos unirte al Free Tour por Venecia. Con guías locales expertos, podrás entender mejor la historia, las leyendas y los rincones ocultos de la ciudad, asegurándote de no perderte nada en tu visita a la ciudad.

Al suroeste de la isla, entre un rocoso valle lleno de recovecos de lava caprichosamente formados por el paso del tiempo y el azote de las olas del Atlántico, Lanzarote esconde uno de sus mejores secretos: Los Charcones. 

Las rocas en esta zona del litoral de Playa Blanca, a solo algunos kilómetros desde el Faro de Pechiguera, forman unas impresionantes piscinas naturales de todas las formas y colores que puedas imaginar cuando piensas en un paraíso. 

No se trata de una única piscina natural, los conocidos como Charcones, son multitud de piscinas naturales; algunas inmensas, otras más pequeñas, unas con mucha profundidad, otras que puedes cruzar caminando, algunas verde esperalda, otras azul marino, otras turquesa... y nunca sabrás cuál es la más bonita. 

Precisamente porque hay muchos charcos (como los llamamos los canarios) o piscinas naturales y porque es una zona de difícil acceso, podrás disfrutar de la soledad... acompañada solo por el sonido del viento y las olas chocando contra las rocas a pocos metros. 

Cómo llegar a Los Charcones en Lanzarote 

El paraíso tiene un precio. Y en este caso, el precio a pagar es la accesibilidad... 

Lo realmnete difícil es llegar 

Cuando contamos que nos íbamos de nuevo a pasar unos días a Lanzarote, muchos de nuestros seguidores en instagram nos reocmendaron lugares, pero este se repetía continuamente entre las recomendaciones. Y cuando lo buscamos, entendimos por qué. 

Hemos estado muchas veces en Lanzarote. Es nuestra isla preferida (si nos siguieras por Instagram, esto lo sabrías). Pero no sabíamos de este lugar y, en cuanto lo descubrimos, tuvimos claro que teníamos que ir... Pero de lo que nadie nos advirtió es de lo complicado que es llegar. 

Nosotros te recomendamos comenzar a buscar los charcos partiendo caminando desde el Faro de Pechiguera. Allí encontrarás un camino de tierra... síguelo en dirección norte. Después de unos dos o tres kilómetros comenzarás a ver los primeros charcos. 
No se te hará largo el camino porque el paisaje es espectacular. Pero, eso sí, no olvides llevar calzado cómodo porque tendrás que caminar por tierra, subir y barjar rocas... 

También se puede llegar en coche a través de una vereda que lleva casi al litoral. Una opción que no te recomendamos porque el camino no está habilitado y es muy probable que acabes pinchando una rueda o que el coche quede atrapado entre las rocas (justo lo que le ocurrió a una pareja que nos encontramos al regresar). 
Ten en cuenta que, especialmente si vas con un coche de alquiler, ningún seguro cubre el quedarte atrapado en un camino no habilitado para el tráfico. Ninguna grúa va a acudir y probablemente acabes metido/a en un gran lío que te acabe amargando la aventura, además de costando muy caro. 

Un úlltimo esfuerzo: hay que bajar el acantilado 

No se trata de acantilados de vértigo, ¡que no cunda el pánico! Pero sí hay que bajar entre las rocas que lo forman para llegar hasta las piscinas... De ahí nuestra insistencia en llevar calzado cómodo y seguro y ropa adecuada. 

Evita riesgos

El motivo por el que estos charcos son tan espectaculares, es porque las olas del océano pegan con mucha fuerza y avanazan entre las rocas para llenarlos.  En ellos hay calma y belleza absoluta al estar protegidos por las rocas... Por eso, no tiene ningún sentido acercarse al litoral y además es demasiado arriesgado. Al acercarte a la costa estás totalmente expuesto a que la fuerza de una ola te arrastre hacia el mar y la experiencia acabe en tragedia.

Incluso cuando el mar parece en calma, puede sorprenderte... ¡Esto es el Océano Atlántico! 

__________

Si te ha gustado este artículo, puedes demostrar tu gratitud haciendo una pequeña donación.

Te ayudamos a ahorrar en tu viaje a Tenerife

Aquí te dejamos una lista de enlaces de interés y con descuentos que te ayudarán a organizar y ahorrar en tu viaje a Tenerife: 

	¿Aún sin vuelos? Consigue los mejores precio a Tenerife
	Consigue las mejores ofertas en alojamiento en Tenerife
	Las mejores actividades en Tenerife
	Todos los FREE TOURS en Tenerife en un único listado.
	Viaja seguro: DESCUENTO del 5% en tu seguro de viaje
	Traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto en Tenerife
	Alquila un coche en Tenerife con los mejores precios
	Alquila las mejores furgos camper en Tenerife